Servicio voluntario en el monasterio: ¡Así configura Friederike su futuro!

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Servicio voluntario en el monasterio de Kirchberg: Friederike Krancke informa sobre sus experiencias y descubrimientos en Holzhausen.

Freiwilligendienst im Kloster Kirchberg: Friederike Krancke berichtet über ihre Erfahrungen und Entdeckungen in Holzhausen.
Servicio voluntario en el monasterio de Kirchberg: Friederike Krancke informa sobre sus experiencias y descubrimientos en Holzhausen.

Servicio voluntario en el monasterio: ¡Así configura Friederike su futuro!

Friederike Krancke, de 19 años y natural de Bonn, actualmente realiza un servicio voluntario federal (BFD) en la Berneuchener Haus Kloster Kirchberg en Sulz. Después de graduarse de la escuela secundaria, la joven inicialmente estaba indecisa sobre su futuro profesional. Se le ocurrió la idea de ser voluntaria a través de su iglesia y su madre. Decidió ir al monasterio, donde realmente aprecia el trabajo práctico y significativo.

Como parte de su BFD, Friederike ha asumido una amplia gama de tareas. Estas abarcan desde actividades en el taller y en el jardín hasta tareas de limpieza. Le resulta especialmente emocionante conducir una cargadora de ruedas grande, para la que recibió una exención. Recientemente utilizó esta cargadora de ruedas para transportar frigoríficos, ya que ese día no había conductores oficiales disponibles.

Experiencias y perspectivas

A través de su servicio voluntario, Friederike no sólo adquirió experiencia práctica. También realizó una breve pasantía con un carpintero y desarrolló un gran interés en trabajar con madera. Sin embargo, el trabajo de sus sueños sigue siendo el de policía. El servicio voluntario le ha aportado valiosos conocimientos sobre diversas profesiones y se siente reconocida y valorada por sus colegas.

“Aprendí mucho”, subraya Friederike y subraya que servicios de voluntariado como el BFD o el FSJ merecen un mayor reconocimiento social. También aprendió de experiencias negativas que la ayudaron en su desarrollo personal y profesional. Friederike recomienda a otros jóvenes que abandonan la escuela que consideren el voluntariado para conocer mejor el mundo laboral y el trabajo en equipo.

Los beneficios del servicio voluntario

El Servicio Voluntario Federal ofrece numerosas ventajas que cubren tanto aspectos sociales como financieros. Los voluntarios reciben un subsidio mensual para gastos de bolsillo y comida de unos 450 euros y por ello tienen derecho a alojamiento o a 50 euros de compensación monetaria. También existe la opción de un complemento de movilidad de hasta 70 euros, 30 días de vacaciones anuales y un seguro a todo riesgo en diversos ámbitos.

La duración de estos servicios voluntarios oscila entre seis y 18 meses e incluye al menos tres semanas de seminarios al año, que promueven no sólo la orientación profesional sino también el desarrollo personal. Los participantes pueden participar en jornadas educativas adaptadas a sus intereses, ya sean excursiones a la ciudad, talleres o experiencias al aire libre. Además, los voluntarios reciben un certificado de trabajo cualificado y la oportunidad de ser reconocidos como prácticas preparatorias para los estudios.

En general, el Servicio Voluntario Federal no es sólo una oportunidad para adquirir experiencia práctica, sino también una valiosa fase de orientación personal y social. Las experiencias positivas de Friederike en el monasterio son un ejemplo impresionante de lo enriquecedor y educativo que puede ser este camino.