Bomberos de Schönau en estado de emergencia: ¡celebramos 150 años de tradición de petardos!

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Schönau celebra con tradición: seis disparos de cañón con motivo de la 150.ª fiesta de los bomberos despiertan a los habitantes el día del Corpus Christi.

Schönau feiert mit Tradition: Sechs Böllerschüsse zum 150-jährigen Feuerwehrfest wecken die Anwohner am Fronleichnamstag.
Schönau celebra con tradición: seis disparos de cañón con motivo de la 150.ª fiesta de los bomberos despiertan a los habitantes el día del Corpus Christi.

Bomberos de Schönau en estado de emergencia: ¡celebramos 150 años de tradición de petardos!

El domingo 23 de junio de 2025, a primera hora de la mañana, los habitantes de Schönaus se despertaron con el fuerte estruendo de seis disparos de un cañón histórico. Este acto tuvo lugar a las 6:30 horas con motivo del 150 aniversario de la fundación del cuerpo de bomberos de Schönau. Josef Frisch, miembro del comité de la fiesta, operó el cañón, destacando un elemento tradicional de la fiesta.

La fiesta de fundación del departamento de bomberos juega un papel central en la vida social de la comunidad y comienza con un servicio seguido de una procesión. Durante la marcha de regreso, la gente desfiló en bloques de banderas, lo que no sólo subraya la naturaleza de celebración del evento, sino también la conexión de los ciudadanos con su departamento de bomberos y su tradición.

Los petardos como tradición: ¿honor o contaminación acústica?

Los petardos en ocasiones festivas son una práctica muy extendida en algunas partes de Baviera. El día del Corpus Christi, por ejemplo, es costumbre que los clubes de tiro disparen cañonazos durante las procesiones. Sin embargo, los críticos de esta costumbre argumentan que el ruido se percibe como innecesario y estresante. Rudolf Neumaier, director general de la Asociación Estatal de Baviera para el Cuidado de la Patria, defiende los petardos como un gesto honorable en las fiestas cristianas. Según Neumaier, los fusileros del Berchtesgadener Land son un modelo a seguir en esta costumbre. Críticos como Alfred Rietzler, sin embargo, sugieren encontrar métodos alternativos para honrar a Dios y a los soldados caídos, por ejemplo tocando campanas.

La interacción social es de gran importancia en tales tradiciones. Un expediente con solicitudes demuestra que cada vez hay más personas que cuestionan la costumbre o no la entienden. En Fürstenfeldbruck, por ejemplo, se decidió que los artilleros ya no podrían disparar durante la procesión porque se percibía que era demasiado ruidosa. Los historiadores locales describen la noche del día de Corpus Christi como un momento en el que se daba “Herrgott Salut” disparando al Señor Dios para ahuyentar a los espíritus malignos. Estos antecedentes históricos hacen que la discusión sobre los petardos sea aún más compleja.

El futuro de los petardos

Neumaier destaca que las costumbres deben adaptarse a los tiempos actuales y que las decisiones sobre los petardos deben tomarse localmente. Es importante mantener la función de construcción de comunidad de las aduanas y al mismo tiempo satisfacer las necesidades y sensibilidades de los residentes. El eco persistente de los disparos podría ser visto como un honor para algunos, mientras que para otros es una molestia sonora que podría llevar a un replanteamiento de las comunidades.

La discusión sobre los petardos muestra un profundo cambio social en el que se ponen a prueba las tradiciones. Aunque los bomberos como los de Schönaus recuerdan con orgullo su historia, aún está por ver cómo se adaptarán las prácticas del futuro a las necesidades de una sociedad cada vez más crítica.

Sin embargo, la fiesta de fundación del cuerpo de bomberos de Schönau no sólo marca una celebración del pasado, sino que también analiza el potencial desarrollo de las tradiciones en un mundo cambiante.