Llamada fraudulenta: ¡Leipziger pierde casi 50.000 euros!
Un hombre de 36 años de Leipzig fue víctima de una estafa de vishing y perdió casi 50.000 euros a manos de un falso empleado de banco.

Llamada fraudulenta: ¡Leipziger pierde casi 50.000 euros!
En el distrito Burghausen de Leipzig se produjo un impactante caso de fraude en el que un hombre de 36 años perdió casi 50.000 euros. El incidente se produjo el martes tras una llamada de un presunto empleado del banco. Le preguntó al hombre si había hecho determinadas reservas, a lo que respondió negativamente. Luego, el extraño informó al hombre sobre la posibilidad de detener y volver a registrar sus transacciones financieras, lo que llevó a una decisión trágicamente equivocada: el interesado dio su aprobación a una transacción y su dinero desapareció en un instante. La policía inició inmediatamente una investigación sobre el fraude y comenzó la búsqueda del autor.
Este tipo de estafas, conocidas como “vishing” (una combinación de voz y phishing), son cada vez más comunes. Los delincuentes se hacen pasar por empleados bancarios al teléfono y utilizan métodos estratégicos para inspirar confianza y presionar a las víctimas. [SWR.de]. Esto es lo que le ocurrió a Ralf Schorn, de Stuttgart, que también fue defraudado con 21.000 euros por una llamada de un presunto agente de seguridad.
Aumento de las tasas de fraude y medidas de seguridad
El aumento de este tipo de casos de fraude está causando preocupación entre los defensores de los consumidores. Advierten que muchos bancos a menudo echan la culpa al cliente por pagos no autorizados. Es muy importante que los afectados tengan precaución al recibir llamadas inesperadas. “Sospechar y verificar la identidad de quien llama” son recomendaciones imprescindibles. Además, los usuarios no deben dejarse presionar, ya que esto a menudo conduce a decisiones apresuradas que pueden tener consecuencias financieras fatales.
En caso de fraude, los clientes deben comunicarse inmediatamente con su banco para bloquear la cuenta y presentar una denuncia policial. Los bancos están obligados a reembolsar los pagos no autorizados, pero para ello los clientes deben demostrar que no han actuado con negligencia grave. Esto puede resultar complicado en muchos casos, ya que los sitios web de phishing suelen desconectarse rápidamente.
Las incertidumbres que rodean la banca en línea son particularmente alarmantes. Muchos bancos sólo exigen un nombre de usuario y una contraseña para acceder, lo que facilita que los estafadores accedan a las cuentas de sus víctimas. También se hace referencia a la peligrosa técnica de suplantación de identidad de llamadas, que permite a los estafadores disfrazar su número de teléfono y así realizar llamadas más creíbles. Los datos personales que se ofrecen a la venta en Internet también abren la puerta a este tipo de fraudes. Los consumidores deben estar especialmente atentos e informar de los correos electrónicos sospechosos a los centros de atención al consumidor.
Queda por esperar que tanto la policía como los bancos tomen mayores medidas para proteger y educar mejor a las víctimas de estos sofisticados esquemas de fraude.